La Humanidad leva muchos siglos extrayendo oro y utilizándolo como ornamento, moneda de cambio o medio de ahorro. En los últimos años, el metal precioso por excelencia se ha convertido también en materia prima para la fabricación de dispositivos electrónicos o para la industria médica. Siendo un metal tan valorado y útil, no es extraño que se inviertan ingentes cantidades de dinero y esfuerzo en extraerlo de las entrañas de la Tierra.
Se calcula que la Humanidad empezó a conocer y valorar el oro hace aproximadamente 6.000 años. Los romanos perfeccionaron las técnicas de la minería que permitieron la extracción masiva de oro de las minas que poblaban el Imperio.
Según los cálculos del Consejo Mundial del Oro, desde el comienzo de la historia se han extraído unas 187.200 toneladas de oro, la práctica totalidad de las cuales sigue encontrándose entre nosotros, en distintas formas, ya que el oro es indestructible.
Esta cantidad puede parecer enorme, pero si se fundiera en un único bloque, daría lugar a un cubo de 21 metros de lado. A efectos de comparación, una pista de tenis mide 23 metros de largo.
Debido a su enorme ductilidad y maleabilidad, todo ese oro podría convertirse en un fino hilo de apenas 5 micras de espesor, que tendría la longitud suficiente como para dar la vuelta al mundo 11,2 millones de veces.
La producción mundial anual fue de 3.503 toneladas en 2018, un 1,8% más que el año anterior. Para 2019 está previsto que la cifra vuelva a alcanzar su máximo histórico, por décimo año consecutivo: 3.516 toneladas.
Refineria con moldes de oro
A esta cantidad, que es la que se extrae de las minas, hay que añadirle el que procede del reciclaje de antiguas joyas, monedas o lingotes, que llega a las refinerías como suministro adicional. En 2018, se reciclaron un total de 1.168 toneladas de oro, con lo que el suministro total del año pasado se eleva a 4.671 toneladas.
En segundo lugar se sitúa Australia, con 315 toneladas. Australia es un país muy vinculado con el metal precioso, que forma parte importante de su historia. El descubrimiento de oro a mediados del siglo XIX en su territorio atrajo a miles de buscadores, muchos de los cuales se establecieron definitivamente en el país.
Rusia fue el tercer mayor productor mundial, con 297 toneladas. El país cuenta también con alguna de las mayores minas mundiales en su vasto territorio, además de ser el mayor productor de paladio y uno de los mayores de níquel y platino.
En cuarto lugar se situó Estados Unidos, con 222 toneladas. El estado de Nevada es el gran productor de oro dentro del territorio estadounidense. Por sí solo, este estado estaría entre los países con mayor producción.
El quinto puesto en la clasificación de mayores productores de 2018 lo ocupó Canadá, con 189 toneladas. Las compañías mineras canadienses se encuentran entre las principales mineras de oro del mundo, con explotaciones en los cinco continentes.
La mina de Grasberg, situada en Indonesia, tuvo el honor de ocupar en 2018 el primer puesto entre las explotaciones mundiales. Su producción del año pasado se elevó a 83,9 toneladas de metal.
A una enorme distancia se sitúan las demás. La segunda mina con mayor producción el año pasado fue la mina de Olimpiada, en Rusia, con 41,1 toneladas.
La tercera mina en términos de producción fue la principal explotación del estado de Nevada (EEUU): la mina de Cortez, que produjo 39,3 toneladas.
En cuarto lugar se situó la mina de Pueblo Viejo, situada en la República Dominicana, con un total de 30,1 toneladas.
El quinto puesto lo ocupó la mina de oro de Kibali, en la República Democrática del Congo, con 25,1 toneladas.
Uno de los principales factores que deciden si un yacimiento de oro va a ser explotado o va a permanecer en forma de reservas bajo el subsuelo, esperando tiempos mejores, es el coste económico de la extracción. Como es lógico, a mayor profundidad, mayor es el coste. Y si la mina se encuentra en un lugar aislado, alejado de infraestructuras de transporte, también resultará difícil que pueda ser rentable extraer el oro.
Por eso, las mineras manejan una magnitud llamada “costes todo incluido” (AISC), por sus siglas en inglés, que incluye todos los costes relacionados con la producción de oro, desde la extracción al tratamiento del mineral y su transporte.
Según la consultora británica especializada en metales preciosos Metals Focus, el coste AISC medio de extraer oro en 2018 fue de 909 dólares la onza, un 3% más que el año anterior.
La región más barata para extraer oro en 2018 fue la Comunidad de Estados Independientes (que agrupa a Rusia y a la mayoría de antiguas repúblicas soviéticas), con 747 dólares la onza de media.
Por el contrario, la región donde resultó más caro extraer el oro el año pasado fue Europa, con 1.011 dólares la onza.
6. ¿Cuánto oro se consume anualmente en el mundo?
La cifra de demanda anual de oro es muy similar a la de producción, lo que quiere decir que prácticamente la totalidad del metal que conforma el suministro anual se consume de una u otra forma.
Según los datos de Metals Focus correspondientes a 2018, la demanda de oro fue de 4.364 toneladas. La mayor parte, unas 2.280 toneladas fueron a parar al sector de la joyería, que utiliza el oro como materia prima para fabricar sus piezas.
El segundo sector que más oro consume es el de inversión, es decir, la venta de lingotes y monedas, que se llevó algo más de 1.000 toneladas el año pasado.
El resto se reparte entre el sector oficial (reservas de oro de los bancos centrales), con más de 650 toneladas y la cada vez más importante demanda industrial (335 Tm).
China y la India son los dos gigantes mundiales en lo que a consumo de oro se refiere. Su importancia en la industria del oro es tal, que pequeños cambios en la demanda por parte de ambos países influyen en la formación del precio del metal.
China es el mayor consumidor mundial de oro, además del mayor productor, con una demanda anual de entre 900 y 1.000 toneladas, en su mayoría destinadas a la industria joyera y, cada vez más, a la inversión. El país cuenta con la ventaja de tener una importante producción nacional (más de 400 toneladas anuales), que absorbe casi en su totalidad.
El segundo mayor consumidor mundial es la India, con una cifra que oscila entre las 750 y las 850 toneladas. La situación, en su caso, es mucho más complicada: el oro es muy importante para los ciudadanos indios, tanto en términos ceremoniales como de ahorro e inversión.
Sin embargo, el país apenas cuenta con producción propia, por lo que la práctica totalidad del oro que consume tiene que ser importado, con el efecto nocivo que ello tiene sobre la balanza comercial.
De hecho, el Gobierno indio lleva años tratando de movilizar el oro que albergan los ciudadanos y los templos del país, para reducir la factura de metal importado.
Los bancos centrales de los principales países mundiales suelen acumular oro como parte de sus reservas estratégicas, que también incluyen otros activos como bonos del tesoro o divisas internacionales como el dólar y el euro.
De hecho, durante 2018 los bancos centrales adquirieron más de 657 toneladas de oro, cifra un 74% superior a la del año anterior y la más alta desde 1971, año en que el presidente estadounidense Richard Nixon acabó con el patrón oro y la convertibilidad del dólar en oro.
Fuente: metalesdeinversion.com 31-10-2019
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